No me resulta fácil escribir una valoración objetiva sobre el CESA 2022 con la selección juvenil femenina. Por un lado, esta generación está muy ligada a mis últimos años como entrenador de base ya que durante cuatro años entrené a un equipo de esta generación y he visto crecer a todas las jugadoras desde que eran infantiles o alevines. Por otro lado, la experiencia personal y deportiva vivida en Murcia sumado al bronce obtenido enmarcan cualquier valoración y no me ayudan, de momento, a una valoración sin una gran carga emocional, pero vamos a intentarlo…
Partíamos con el objetivo de asegurar la permanencia en el Campeonato para empezar a soñar después con horizontes más ambiciosos. Esta generación había sido 8ª en el CESA2020 celebrado en Cantabria. El sorteo nos había encuadrado con Valencia (candidata siempre a las medallas), con Aragón (selección con mucho potencial ofensivo y nuestro primer rival del campeonato) y Galicia (de la que no conocíamos mucho, pero que en Cantabria habían quedado 5ª de España).
El primer partido estuvo lleno de nervios, pero la solidez defensiva fue marcando la pauta y conseguimos imponernos a Aragón que tuvo varios momentos en los que puso en peligro la renta de 3 o 4 goles que mantuvimos durante la mayor parte del partido. El segundo partido contra Valencia fue el punto de inflexión. Fue un partido marcado por una solidez defensiva que dejó a una gran selección en 8 goles en el primer tiempo. El centro del 6:0 contuvo los múltiples recursos que Valencia desplegó en la pista para conseguir gol. Con un excelente trabajo defensivo nos fuimos al descanso con un prometedor 8-13 que nos permitía soñar con la victoria frente a la máxima favorita del grupo.
En la segunda parte Valencia buscó superarnos jugando por fuera y sus extremos empezaron a hacernos daño llegando a empatar el marcador a 18 cuando todavía quedaban 12’ de partido. Las jugadoras consiguieron frenar el empuje de las valencianas y pusieron una renta de 3 goles de ventaja que se amplió al 24-30 final tras un intento desesperado del equipo valenciano por reducir la ventaja.
Este resultado nos aseguraba ser primeras de grupo incluso perdiendo de 3 contra Galicia. No obstante, el partido se desarrolló siempre con las jugadoras navarras liderando el marcador incluso cuando la entrenadora gallega jugó la segunda parte con 7 jugadoras en ataque para contrarrestar nuestra defensa 3:2:1.
Con una primera fase perfecta el sorteo deparó a Madrid (tercera del otro grupo de campeonato) para cuartos de final. El partido de cuartos de final puso a prueba el carácter de estas chicas. Los primeros 50’ fueron de dominio navarro y el marcador reflejaba un 20-25 favorable. Pero la selección de Madrid nunca se dio por vencida y realizaron un parcial de 6-0 a su favor que puso el marcador con un 26-25 faltando 20’’ y con tiempo muerto pedido para buscar un gol que nos diera la vida en el Campeonato. Hay momentos clave que pueden significar un antes y un después en una competición tan intensa y en 10 segundos conseguimos el gol que nos permitía ir a la prórroga y nos mantenía con vida para aspirar a las medallas. La prórroga estuvo dominada por las jugadoras navarras y consiguieron el premio de jugar las semifinales del Campeonato de España.
Las semifinales experimentamos el otro lado de la moneda. En el minuto 2 se lesiona de gravedad Clara Arrasate, que estaba cuajando un campeonato increíble en la faceta defensiva. El bajón emocional que nos supuso y una selección de Euskadi que durante el partido estuvo un punto por encima de nuestra selección, nos llevó a tener que pelear por el bronce y no poder aspirar a jugar la final.
El partido por el bronce nos enfrentó a Cantabria, una selección con una defensa 6:0 muy dura y con jugadoras con mucha calidad ofensiva. El comienzo fue duro y Cantabria estuvo mandando en el marcador durante bastantes minutos. Poco a poco la defensa fue ajustándose, empezamos a realizar transiciones que evitaban su sólida defensa y buscamos las zonas exteriores para conseguir situaciones de lanzamiento. La acertada interpretación de las chicas de las consignas que habíamos marcado nos llevó a conseguir un bronce que sabía a gloria y que reconocía el trabajo de unas jugadoras que se han dejado el alma en la pista y en la preparación del CESA.
En una valoración no puedo olvidar al cuerpo técnico (Txiki, Iñigo, Marina y Fernando) que han realizado una labor increíble haciendo posible lo que solo soñábamos al principio del campeonato. Quiero remarcar la importancia de jugadoras cuya entrega ha hecho posible la preparación de este CESA sin tener el premio final de competir en el Campeonato. Y por supuesto, a las 16 jugadoras que han creído que los límites solo están para poder superarlos.